72 Queen St, Charleston, South Carolina, 29401
En una ciudad tan adentrada en la historia y la tradición como Charleston, encontrará innumerables puntos de interés paranormales y un sinfín de restaurantes para satisfacer su apetito por la cocina sureña. Pero, ninguno como Poogan's Porch.
Poogan's Porch es un lugar único, ya que sirve algunas de las mejores comidas de Charleston y también ofrece algunas de las mejores historias de fantasmas. Historias de fantasmas de un perro llamado Poogan, y sí, de ahí viene el nombre del restaurante. Pero, el espíritu más visto en este establecimiento es el de una mujer llamada Zoe.
Poogan’s Porch is a unique place as it serves up some of the best food in Charleston, and dishes out some of the best ghost stories too. Ghost stories of a dog named Poogan, and yes, that is where the name of the restaurant comes from. But, their most frequently seen spirit is the ghost of Zoe.
La gran casa victoriana que ahora alberga el restaurante Poogan’s fue construida en el año 1888. El vecindario en el que se construyó la casa siguió siendo predominantemente residencial durante casi cien años.
Para cuando llegó el bicentenario del país en 1976, el vecindario aceptó que la casa se convirtiera en un restaurante.
Cuando se compró la casa en 72 Queen Street, los dueños anteriores se fueron con tanta prisa que ni siquiera se molestaron en llevarse a su perro. Este pequeño perro blanco llamado Poogan, se quedó atrás sin causa, abandonado en el porche de la casa.
Los nuevos dueños, se preguntaron cómo alguien pudo haber dejado atrás a un perro tan dulce, así que decidieron quedarse con Poogan. El perro se convirtió en su todo y se decidió que el restaurante llevaría el nombre del cachorro.
Otra variación de esta historia es que Poogan era un vagabundo del vecindario que vagaba de porche en porche, en busca de su próxima comida. Cuando la casa en 72 Queen Street se convirtió en restaurante, Poogan comenzó a aparecer en el porche de la casa todos los días, en busca de un almuerzo de trabajador. Los propietarios comenzaron a bromear diciendo que el porche no les pertenecía a ellos, sino a Poogan.
Independientemente de la historia que elijas creer, Poogan era un perro real y no solo una historia del restaurante. Poogan sirvió como recepcionista oficial en el restaurante durante varios años. Cargo que ocupó hasta su fallecimiento en el año de 1979.
Poogan, todavía es muy extrañado por los propietarios y la gente de Charleston en general, pero el restaurante continúa, asegurando el legado duradero de Poogan. Incluso se ha dicho que si visitas Poogan's Porch hoy, es posible que te encuentres con el fantasma de Poogan.
El fantasma de Poogan no es la única entidad que se cree que ronda el restaurante, también está el fantasma de Zoe.
Mucho antes del restaurante, el cual se remonta a principios de la década de 1900, una mujer llamada Zoe St. Amand vivía en la casa con su hermana, Elizabeth. Zoe era una maestra de escuela local, que había renunciado al amor.
La mayoría de la gente del vecindario veían a Zoe como una solterona, y su elección de ropa no ayudó a refutar su reputación. Con frecuencia llevaba vestidos largos negros y gafas de montura fina.
Zoe y Elizabeth eran increíblemente cercanas, prefiriendo su propia compañía a la del mundo exterior. Las hermanas permanecieron aisladas durante décadas.
Lamentablemente, en el año 1945, Elizabeth falleció, y Zoe se volvió aún más retraída. Claramente deprimida, la salud mental de Zoe comenzó a deteriorarse rápidamente.
Una noche, Zoe salió de su casa y comenzó a caminar por la calle, gritando el nombre de su hermana. Los vecinos salieron para ver qué le pasaba y terminaron llevándola al Hospital Bon Secours St. Francis.
Desde entonces, Zoe pasó el resto de su vida en el hospital. Cuando murió, fue enterrada en el cementerio St. Lawrence de Charleston.
Se cree que el fantasma de Zoe permanece en su antiguo hogar y que sigue buscando a su hermana, Elizabeth. Poco después de su muerte, los residentes de la casa comenzaron a ver a Zoe, pero la actividad fantasmal se intensificó una vez que la casa se convirtió en restaurante.
Tanto los empleados como los clientes han visto al fantasma de Zoe deambulando por la casa. Algunos de los clientes que la han visto, ni tienen idea de que en realidad era un fantasma y solo se dan cuenta cuando ven la foto de Zoe colgada en la pared.
Los huespedes del hotel, ubicado al otro lado de la calle de Poogan's, dicen haber visto a una anciana con un vestido negro parada frente a la ventana del piso superior.
Cuando se trata de historias de fantasmas, Poogan's Porch no escasea. La propietaria de Poogan's, Bobbie Ball, ha tenido sus propias experiencias con Zoe. Ella recuerda un momento específico que ocurrió una noche, cuando estaba preparando todo antes de irse.
Bobbie, estaba en proceso de poner la alarma, cuando de repente una de las sillas cayó al suelo sin haber sido tocada. Luego, una de las puertas comenzó a abrirse y cerrarse violentamente.
La Sra. Ball no es la única que ha tenido una experiencia en Poogan's, su chef diurno también tuvo un encuentro con Zoe. Todavía era un poco temprano, así que el chef estaba preparando café. Acababa de servirse una taza cuando escuchó un golpe en la puerta trasera. Era un hombre haciendo la entrega de productos.
Entonces, el chef dejó su taza de café encima de una mesa y fue a la parte de atrás para ayudar con la entrega. Cuando regresó por su café, su taza había desaparecido. Desconcertado, comenzó a preguntarse si realmente se había preparado una taza de café o simplemente lo había imaginado.
Así que el chef decidió hacer otra taza. Luego regresó a su mesa, y allí estaba, su taza original había aparecido, justo en el mismo lugar donde la había dejado. La única diferencia es que ahora su taza estaba vacía. El chef la recogió y notó que tenía una marca de lápiz labial. Supongo que Zoe es fanática del café del chef.
Una noche, mucho después de cerrar, otra empleada estaba limpiando, cuando comenzó a tener la inquietante sensación de que había algo detrás de ella. Miró a su alrededor, pero no encontró nada. Sin embargo, no pudo evitar la sensación de que alguien o algo la estaba mirando.
Siguió limpiando pero cuando camino frente a un espejo, se sorprendió. No vio su propio reflejo en el espejo, sino que vio el rostro de una anciana con lentes delgados. Era Zoe, quien pocos segundos después desapareció.
Una empleada, que trabajaba como pastelera, estaba horneando de noche para que sus galletas estuvieran listas en la mañana. De momento, escuchó un gran alboroto en el piso de arriba.
La pastelera no sabía que podría estar causando el ruido, ya que ella estaba allí sola. Asi que decidió aventurarse al piso de arriba para ver qué era.
Tan pronto llegó al último piso, respiró hondo y comenzó a explorar. Buscó en cada centímetro del piso de arriba, pero no encontró nada que pudiera haber causado un ruido tan fuerte.
Entonces, tras no poder encontrar la fuente del alboroto, regresó a la cocina y siguió horneando.
Para pasar el tiempo, decidió encender la radio. Unas cuantas canciones más tarde, sonó una de sus favoritas, y comenzó a cantar. Entonces, de repente escuchó una voz que cantaba junto a ella.
Se dio la vuelta esperando encontrar a uno de sus compañeros de trabajo. Pero no había nadie. Además, la alarma había sido activada, por lo que no era posible que alguien que no trabajara para el restaurante entrara sin previo aviso.
Esta vez buscó en todo el restaurante, pero no pudo encontrar nada fuera de lo común. Eventualmente llego a la conclusión de que tuvo un encuentro con el fantasma de Zoe.
Una mujer irónicamente llamada Elizabeth tuvo una experiencia fantasmal en el restaurante. Sus amigos le habían preguntado dónde quería ir para su cena de cumpleaños. Como luego iban a hacer una gira de fantasmas, ella quería elegir un lugar embrujado. ¿Dónde comieron? En Poogan’s Porch, por supuesto.
Había oído que Poogan’s era la residencia del espíritu de Zoe, y quería comprobarlo. Después de cenar, Elizabeth abrió su aplicación “Ghost Radar” en su teléfono para ver si aparecía algo espeluznante en el radar.
Elizabeth confirmó que habían puntos de energía a su alrededor y alrededor de sus amigos, y comenzó a sentirse nerviosa. Su mesero se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y procedió a contarles una historia inquietante sobre un orbe que ella (la mesera) vió en la esquina donde el grupo de amigos estaba cenando.
El propio Ed Macy de Charleston ha estado estudiando la historia embrujada de la ciudad desde la década de 1990 y es coautor de varios libros que exploran el pasado fantasmal de Charleston.
Tras crecer en Charleston, Macy escuchó todas las historias paranormales, y se le conoce como la enciclopedia de la ciudad.
Según Macy, la familia Ball no tenía ni idea de que la ubicación que habían elegido para establecer su restaurante, en realidad no estaba vacante. Tampoco habían escuchado la historia de Zoe. Pero, después de experimentar la actividad paranormal dentro del restaurante, supieron la verdad.
Sobre Zoe, Macy dice: "Que yo sepa, la han visto más de 200 veces, a menudo en plena luz del día, y durante la hora del brunch".
Ubicado en 72 Queen Street, el encantador Poogan's Porch está abierto los siete días de la semana. A lo largo de los años, Poogan's ha sido el lugar predilecto para desayunos en familia, “brunch” entre grupos de jóvenes y almuerzos de reuniones de negocios.
Pero recuerde estar atento al fantasma de Poogan mientras disfruta de su comida sureña.
Además, asegúrese de estar atento a Zoe, y bébase su café rápidamente, de lo contrario, puede que Zoe se lo termine por usted.
Si está buscando comida excelente en Charleston, le recomendamos encarecidamente el restaurante Poogan's Porch. Nunca nos ha decepcionado ni la comida, ni el servicio. En las noches ocupadas, es buena idea reservar su mesa a través de su sitio web.
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