El Fuerte Sumter, Charleston, South Carolina, 29401
Los amantes de la historia estadounidense quizás recuerden el Fuerte Sumter como el lugar donde comenzó la Guerra Civil. Las décadas de tensión entre los estados del norte y los estados del sur se materializaron en el Fuerte el 12 de abril del año 1861.
Fue en esta fecha que los soldados Confederados atacaron el Fuerte Federal de Sumter en el puerto de Charleston, capturandolo en tan solo 34 horas. Durante los siguientes cuatro años, hubo muchas más batallas ya que las fuerzas de la Unión nunca perdieron la esperanza de recuperar el Fuerte.
La importancia del Fuerte Sumter para ambos bandos provocó un flujo constante de batallas. La prominencia del Fuerte continuaría a lo largo de la guerra, y las cicatrices de la época se sentirían durante generaciones mucho después.
El Fuerte Sumter recibió su nombre en honor al patriota e ícono de la Revolución Americana, Thomas Sumter. El Fuerte fue construido poco después de la Guerra de 1812, como parte de un proceso de fortificación a lo largo del sureste de los Estados Unidos. Este fue un paso necesario para proteger los puertos de la costa de posibles atacantes.
Aunque la construcción del Fuerte comenzó en el año 1829, el Fuerte todavía no estaba terminado cuando la artillería confederada atacó la estructura en 1861. Quizás, una de las razones por las que los rebeldes pudieron tomar el control del Sumter.
Después de que Carolina del Sur se separó de la Unión el 26 de diciembre de 1860, la tensión en el estado finalmente estaba a punto de estallar. El comandante del ejército estadounidense Robert Anderson dejó el Fuerte Moultrie en secreto y se llevó las armas y los hombres al Fuerte Sumter, creyendo que Sumter le daba a la Unión una mejor oportunidad contra la milicia de Carolina del Sur.
Sin embargo, como ya se mencionó, Sumter todavía estaba bajo construcción cuando Anderson trasladó a sus hombres al Fuerte. También hubo escasez de cañones y otra artillería (resultado de los recortes a la financiación militar por parte del presidente Buchanan).
Durante los meses siguientes, el gobernador de Carolina del Sur, Pickens, y el general de brigada confederado, P. G. T. Beauregard, le pidieron al presidente Buchanan que se rindiera y evacuara el Fuerte Sumter, pero el presidente se rehusó.
El 4 de marzo de 1861, Abraham Lincoln comenzó su presidencia, y al conocer la terrible situación en la que Anderson y sus hombres se encontraban en el Fuerte Sumter, Lincoln ordenó a Gustavus V. Fox que dirigiera una flota en una misión de ayuda al puerto de Charleston.
El primero de los barcos que transportaba ayuda llegó el 11 de abril. Sabiendo esto, Beauregard envió hombres para exigir que la Unión entregara el Fuerte, pero una vez más Anderson se negó. Hubo una discusión breve entre los bandos, pero la paz nunca fue una opción.
Al día siguiente (12 de abril) a las 4:30 de la mañana los confederados atacaron el Fuerte con un bombardeo que duró 34 horas.
La Unión esperó dos horas después de la batalla para disparar su primer tiro y terminaron perdiendo debido a que no usaron los cañones situados en el nivel superior del Fuerte. La Unión también se vio obligada a usar su munición de manera metódica y con moderación, ya que no podían igualar a los confederados tiro por tiro.
El 13 de abril, la Unión se dio cuenta de que no tenían más remedio que entregar el Fuerte e irse.
Cada bando sufrió bajas durante la batalla. Un soldado Confederado murió como resultado de un disparo fallido de un cañón y un soldado de la Unión se disparó a sí mismo por accidente durante el principio de la guerra.
Casi dos años más tarde, el 7 de abril de 1863, la Unión intentó recuperar el control del Fuerte Sumter y el puerto de Charleston. Sin embargo, en los dos años posteriores a la primera batalla, los confederados hicieron todo lo posible para asegurarse de que el Fuerte pudiera soportar asedios inminentes. Por tanto, un ataque de la Unión resultaría infructuoso.
Una vez más, los soldados de la Unión simplemente no pudieron igualar la artillería de la Confederación. Durante la batalla, el USS Keokuk de la Unión sufrió graves daños y se hundió al día siguiente. Después de la batalla, los Confederados esperaron a que anocheciera para recuperar los cañones del barco. Los cánones luego fueron devueltos al Fuerte Sumter, para mayor defensa.
Cientos de esclavos también fueron empleados para fortalecer aún más el Fuerte, ya que se sabía que había otra batalla en el horizonte. Durante este esfuerzo, un gran número de esclavos murió a causa de las condiciones extremas de trabajo.
Tras el fracaso de su asedio, el general de división Gilmore y el contralmirante Dahlgren comienzan a planificar su próximo ataque, que habían pautado para el 8 y 9 de septiembre de 1863. Sin embargo, Gilmore y Dahlgren no parecían estar dispuestos a trabajar juntos.
El signo más notable de su pobre liderazgo, ocurrió cuando Dahlgren se negó a cederle sus marineros al ejército, y optó por enviar sus flotas antes de que la flota del ejército pudiera unirse a ellos. Debido a la impaciencia de Dahlgren, la flota fue fácilmente derrotada, antes de que el ejército pudiera llegar para proporcionar el apoyo que tanto necesitaba.
Durante este asalto mal ejecutado, solo la Unión experimentó la muerte; 8 hombres murieron, 19 fueron gravemente heridos y otros 105 fueron capturados.
A pesar de que la Unión no logró capturar el Fuerte Sumter ese día, no estaban dispuestos a rendirse.
Finalmente, el 17 de febrero de 1865, al escuchar la noticia de que el general de la Unión William T. Sherman y sus hombres estaban abriendo camino a través de Carolina del Sur, los Confederados evacuaron voluntariamente el Fuerte y abandonaron la ciudad de Charleston por completo.
Con la guerra terminada y el Fuerte en ruinas, el ejército comenzó el proceso de restauración del Sumter. El Fuerte sirvió como faro hasta 1897, cuando la guerra entre España y Estados Unidos (en 1898), reavivó el interés por el Fuerte. Y, así, Sumter se renovó con nuevas instalaciones y artillería.
68 años después (en 1966) el Fuerte Sumter fue agregado a la lista del Registro Nacional de Lugares Históricos. Para visitar el Fuerte Sumter hoy en día, debe viajar en barco o en ferry. En el museo del Fuerte, encontrará más información sobre el papel fundamental que desempeñó durante la Guerra Civil.
Hoy en día, el Fuerte Sumter es una atracción turística popular que atrae a estudiantes, aficionados de la Guerra Civil y otros visitantes curiosos. Pero en el Fuerte Sumter hay mucho más que historia. Algunos dicen que en el Fuerte hay fantasmas. Fantasmas de soldados caídos y esclavos difuntos.
Una de estas almas perdidas que se rumorea permanecen en el Fuerte Sumter es el soldado que se disparó a sí mismo por accidente al principio de la guerra. El nombre del soldado era Daniel Hough.
Daniel nació en Tipperary, Irlanda en el año 1825. Se cree que se alistó en el ejército de los Estados Unidos en 1849, poco después de que emigró al país. Finalmente, fue enviado al Fuerte Sumter en abril del año 1861, poco antes del comienzo de la guerra.
En la mañana de la primera batalla de la Guerra Civil, Hough estuvo en medio de la acción, sirviendo como artillero. Los confederados dispararon contra los soldados de la Unión con más de 3.000 disparos. Después del diluvio de balas que duró 34 horas, el Mayor Anderson se rindió.
A los soldados de la Unión se les permitió un saludo de 100 disparos de cañones antes de evacuar Sumter. Sin embargo, en el disparo número 47, hubo un fallo de encendido que le costó la vida a Daniel Hough.
El general de división Abner Doubleday, que estaba presente en el momento de la muerte de Hough, habló de lo que había presenciado: “Sucedió que algunos copos de fuego habían entrado en la boca de una de las armas después de que fue limpiada. Por supuesto, cuando el artillero intentó embestir el cartucho, explotó prematuramente, matando al soldado Daniel Hough instantáneamente y prendiendo fuego a una pila de cartuchos debajo, que también explotó, hiriendo gravemente a cinco hombres. Se dispararon cincuenta armas en el saludo".
Ese día Hough fue enterrado en el fuerte y, con ese acto final, el ejército de la Unión abandonó los terrenos del Fuerte Sumter.
Los reportes de personas que han presenciado el fantasma de Daniel Hough comienzan a aparecer poco después de que los Confederados tomaron el control de Sumter. Los soldados rebeldes dijeron haber visto a un soldado de la Unión caminando alrededor del fuerte.
Incluso hasta el día de hoy, los visitantes dicen haber visto soldados fantasmales vestidos con los colores de la Unión. Otros incluso dicen que junto con los fantasmas, les ha dado el olor a humo y pólvora.
Parte de la leyenda fantasmal de Daniel Hough tiene que ver con la bandera que estaba saludando cuando se disparó. Algunos creen que una sección descolorida de la bandera tiene una imagen del rostro de un hombre, del rostro de Daniel Hough. Esta bandera se encuentra en el Museo del Fuerte Sumter, así que lo puede comprobar por sí mismo.
Una persona que visitó el Fuerte Sumter en la primavera de 2015, lo hizo durante las horas de la noche. El visitante dijo haber visto una figura fantasmal surgir de las sombras para saludar a la bandera. El visitante, creyendo que esta imagen oscura era el alma perdida de Daniel Hough, rápidamente tomó algunas fotos como prueba de la existencia del fantasma. Desafortunadamente, todas las fotos tomadas estaban demasiado borrosas.
Más tarde en 2015, otro individuo llamado Delaney, afirma haber visto también a un fantasma saludando a la bandera mientras visitaba Fuerte Sumter. La única diferencia es que Delaney afirma no haber visto sólo un espíritu, sino dos. Delaney dice que los dos espíritus se manifestaron aparentemente de la nada.
Una mujer fue al Fuerte Sumter con su familia para celebrar el Día de las Madres en el 2014.
Cuando llegaron al Fuerte, se les permitió aproximadamente una hora para caminar y explorar el área. Y así, la mujer y su familia caminaron por todo el Fuerte, contemplando las vistas y reflexionando sobre el significado histórico del Fuerte Sumter.
Una vez que llegó el momento de que la familia regresara al bote que los llevó al Fuerte, la mujer comenzó a sentir una presión extremadamente fuerte en el pecho. La sensación que estaba experimentando se intensificó cuando llegaron al punto más alto del Sumter.
Entonces, de repente, el hermano de la mujer también comenzó a sentir la presión en su pecho. Poco después, la familia entera percibió el aroma de la pólvora en el aire.
Visitar el Fuerte Sumter es una de esas cosas que debe hacerse, incluso si solo se hospeda brevemente en la ciudad de Charleston. Tómese un momento e incluya una visita a Fuerte Sumter en sus planes de viaje.
Después de todo, no todos los días se tiene la oportunidad de visitar el Fuerte donde comenzó la Guerra Civil Estadounidense. Una guerra en la que murieron más de 600,000 personas. Una guerra que volvió a los estadounidenses contra los estadounidenses; hermano contra hermano.
Tanto si crees en los fantasmas como si no, tan pronto pisas el famoso Fuerte, sentirás que estás rodeado por todas las almas perdidas que lucharon en el Fuerte Sumter.
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