Conocido como uno de los lugares “más embrujados de los Estados Unidos", La Villa Ashton no es para los débiles de corazón. Es imposible no fijarse en este edificio antebellum, con una arquitectura ecléctica y una veranda de dos pisos forjados de hierro. Si el exterior de esta finca de estilo italiano te coje el ojo, espera hasta que veas el interior! Habitada por los fantasmas de Bettie y Tilly Brown, La Villa Ashton está llena de actividad paranormal. Bettie era una persona arriesgada y librepensadora, que fumaba cigarros sin un cuidado en el mundo. Tilly era una divorciada que sobrevivió a un matrimonio brutal. ¡No hay flores delicadas en esta casa! Estas mujeres eran texanas hasta los huesos, rudas y duras. Entonces, ¿por qué se quedan en La Villa Ashton?
La Villa Ashton no es extranjero a las almas persistentes. Incluso alberga espectros hermanos, Bettie y Tilly Brown. Su padre, James Brown, Para mostrar sus riquezas, encargó La Villa Ashton en 1861. Impresionar a los residentes de Galveston fue solo otra ventaja para James, el quinto hombre más rico de Texas. Sin embargo, este magnate del hardware murió en 1895, dejando la Villa Ashton a su hija mayor, Bettie Brown.
La Villa Ashton sobrevivió a la familia por tres generaciones, sobreviviendo a la Guerra Civil, el Huracán de 1900 y casi la demolición. No es de extrañar que la energía residual permanezca en una casa llena de una historia embrujada.
James Brown crió a sus hijas en un ambiente de opulencia y gran privilegio. Su educación pudiente le ganó Bettie Brown el apodo "La princesa de Texas". Sin embargo, Bettie no era tu dama común y corriente de clase alta.
Bettie conmocionó a la alta sociedad de Galveston con sus hábitos poco convencionales. Ella tiraba fiestas extravagantes, corría carruajes y fumaba puros a plena vista, dejando que gatitos clamen sobre las colas de sus vestidos.
Bettie llevó sus excentricidades a Egipto, India, Jerusalén y Marruecos, viajando sin acompañante. A pesar de los muchos pretendientes, Bettie nunca se casó. En cambio, prefirió vivir una vida independiente, colectando conmemorativas invaluables durante sus viajes, solo acompañada por sus gatos y admiradores.
Se rumora que Bettie permanece hoy en La Villa Ashton, donde los visitantes la han visto parada en la Sala Dorada o caminando por las escaleras. Los supersticiosos alegan que pueden sentir su presencia fantasma en el meollo de la propiedad.
La energía residual también se ha juntado a los recuerdos que Bettie colectó a través de sus viajes. Un guía presenció la aparición de una rubia en lo alto del segundo piso. La mujer, vestida de turquesa, sostenía un abanico detallado, una de las pertenencias más queridas de Bettie. La cómoda de Bettie también está embrujada, se cierra y se abre de forma espontánea ...aunque la llave se perdió hace años. Los abanicos también se apagan y se encienden solos, girando sin poder.
Lucie Testa, ex gerente de La Villa Ashton, notó extraña actividad el 18 de febrero de 1991, el día del cumpleaños de Bettie. Testa accionó el interruptor para apagar el ventilador, pero seguía oscilando. Como si fuera poco, ese mismo día, la alarma de la mansión no se había disparado inexplicablemente.
La leyenda cuenta que Bettie de vez en cuando toca el piano, aunque algunos piensan que estas melodías pertenecen a un músico distinto...
¿Puede ser que el fantasma tocando melodías en el piano le pertenece a Mathilda Brown? Distinta a su hermana, Tilly se casó en 1884 pero el matrimonio fue pésimo. Su esposo Thomas Sweeney era abusivo, él golpeaba y menosprecia a Tilly. Hasta sus hijos, aterrorizados y con los ojos llorosos, se escondían cuando Thomas llegaba del trabajo.
Durante los procedimientos del divorcio, las criadas y algunos miembros de la familia testificaron sobre la brutalidad del abuso que Tilly sufrió a mano de su esposo. Los testimonios fueron tan convincentes que le negaron los derechos de propiedad a Thomas, lo que casi nunca sucede en esta época. Esto era excepcionalmente raro en esta época, debido al hecho de que bajo la ley Victoriana normalmente estipulaba que los maridos conservaban la propiedad en el evento del divorcio. La Corte incluso le negó a Thomas la custodia de sus hijos, otra victoria para Tilly Brown.
Los escépticos creen que es Tilly no Bettie que frecuenta La Villa Ashton. ¿Porque? Bettie era una inconformista y librepensadora que prefería viajar en vez de quedarse adentro. En comparación, Tilly era una persona hogareña que nunca había salido del país. Durante el divorcio de Tilly, La Villa Ashton sirvió como un lugar de respiro y refugio. ¿Podría ser que la presencia en la casa sea la joven dulce y bondadosa, que todavía busca refugio?.
Hay rumores de que Tilly provocó la muerte de su exmarido. Thomas Sweeney murió en el hotel Tremont diez años después de su divorcio. Su autopsia también enumera "muerte por causas naturales", lo que contradice la asistencia de Tilly. Es poco probable que Tilly asesinara a Thomas Sweeney, aunque nunca lo sabremos con certeza.
En un testimonio el cuidador de La Villa Ashton cuenta que fue despertado por el sonido de música. Temiendo lo peor, esperaba ver vándalos o peor. Sin embargo, cuando se acercó a la fuente de la música, vio una aparición femenina vestida con ropa antigua. Apenas se acercó, la música paró y el músico desapareció. Cuando le pasó el susto, el cuidador no pudo determinar su identidad. Por un lado algunos sospechan que era el fantasma de Bettie Brown.
Aunque la Fundación Histórica de Galveston confiesa que Bettie nunca aprendió a tocar el piano. Tilly en cambio, tocaba el piano y el violín. ¿Ambas hermanas acechan esta propiedad sobrenatural?
Hay otro fenómeno paranormal en La Villa Ashton: la voz incorpórea de un hombre descontento. Los visitantes a menudo lo escuchan discutiendo con una mujer invisible. Algunos sospechan que puede ser el espectro de Thomas Sweeney. Otros alegan que es uno de los muchos admiradores de Bettie.
¿Este tipo furioso le propone matrimonio a Bettie Brown, rogándole que sea su esposa y que abandone su vida de independencia por un callejón sin salida, digo, matrimonio?
Ciertamente daría fe de la naturaleza de lo sobrenatural.
Durante la Guerra Civil, La Villa Ashton servío como un hospital improvisado donde ayudó una buena cantidad de soldados. Se usó como cuartel para el lado confederado y también de la Unión, aunque nunca simultáneamente. El general Gordon Granger del Ejército de la Unión incluso anunció el fin de la guerra en la galería de La Villa. ¿Es por eso que los confederados fantasmas merodean la propiedad, marchando dentro y alrededor de la mansión?.
La Villa Ashton es conocida por mucho más que sus espantosas guardias. El presidente Ulysses S. Grant, por ejemplo, visitó la Sala Dorada en 1880. Los archivos de la Villa atestiguan que era parcial al brandy y los puros.
La familia Brown retuvo La Villa hasta 1926, en el que se convirtió en un salón de reuniones Masónico. En 1970, se vio enfrentado con la posibilidad de demolición. Pero la Sociedad Histórica de Galveston vino al rescate y compró la propiedad. Restaurandolo como un museo público.
Lamentablemente ya no ofrecen recorridos por la Villa . Pero si quieres reservar la para una función hay más que suficiente espacio para aventurarte. Claro, eso es si no te importa tener invitadas inesperadas.
Si deseas admirar La Villa desde la calle, está ubicada en 2328 Broadway Avenue J. Vale la pena echar un vistazo a esta macabra propiedad.
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